La respuesta a esta pregunta, como ya te puedes imaginar es SÍ, un rotundo sí. Según datos de diversos organismos sanitarios, en los países desarrollados no se comen suficientes frutas y verduras frescas para prevenir enfermedades. Y sin embargo éstos son los alimentos que tienen poderosos efectos protectores para el cuerpo. Ahora la pregunta que hay que contestar es: ¿cuántas deberíamos comer? y la respuesta es casi siempre, que muchas más de las que solemos comer, y la mejor forma de tomar la cantidad necesaria es consumiendo zumos naturales recién hechos como veremos a continuación.
Coma frutas y verduras
Muchos profesionales de la salud dicen que deberíamos comer siete raciones de verduras y dos de frutas al día. Otros afirman que necesitamos todavía más, que entre el 50 y el 75 % de nuestra dieta debería consistir en alimentos crudos, si queremos disfrutar de una salud óptima y disponer de energía abundante.
Leslie y Susannah Kenton, autoras del libro Raw Energy, afirman que existen «numerosas pruebas de que una dieta que incluya un 75 % de alimentos crudos puede no sólo dar marcha atrás al proceso de degeneración corporal que va unido a enfermedades crónicas, sino además disminuir el ritmo de envejecimiento, proporcionar una energía sin límites e incluso mejorar el estado emocional».
Cocinar y elaborar los alimentos destruye su energía viva. La energía más nutritiva es la que se obtiene de las plantas. Éstas reciben su energía del sol durante la fotosíntesis y, al comerlas, esa energía especial pasa a nuestro organismo.
Además, las plantas proporcionan al cuerpo la «chispa» de la vida: enzimas, vitaminas y minerales.
¿Sabe de dónde provienen las enzimas, las vitaminas y los minerales?
Los minerales son componentes básicos de la corteza terrestre, que las plantas beben del suelo. Las enzimas y las vitaminas se producen en el tejido de las plantas.
Cuando consumimos alimentos naturales, regamos los billones de células de nuestro cuerpo con esos nutrientes derivados de las plantas. Si quiere estar más sano, recuperarse de alguna enfermedad, tener más energía y retrasar el proceso de envejecimiento, coma más verduras y frutas frescas. Y olvídese de la comida basura. Cuando incurra en excesos culinarios, desintoxique su cuerpo con una dieta de depuración. Haga de la alimentación sana una forma de vida.
¿Por qué necesitamos zumos naturales?
A no ser que las tres cuartas partes de su dieta actual se compongan de alimentos crudos, le sugerimos que aumente su ingesta de esos productos. Recientes estudios demuestran que, como término medio, en los países desarrollados se consumen entre una y tres ensaladas por semana como mucho.
Ésta es la pregunta crucial: ¿Cómo se puede lograr que entre un 50 y un 75 % de los alimentos de cada comida sean alimentos crudos? Siéntese y haga el plan para un día. Y después para una semana. ¿Puede seguir este régimen basado en alimentos crudos en todas las comidas que realiza al día? Si usted es como la mayoría de la gente, le resultará imposible. De modo que le decimos: debe comprarse una licuadora y utilizarla todos los días. Ésta es la única forma que conocemos de que la gente ocupada pueda consumir todas las frutas y verduras frescas que necesita para conseguir una buena salud.
Hay otra razón para que transforme los alimentos en zumos. Los zumos naturales constituyen uno de los mejores complementos de la dieta que existen hoy en día. Están repletos de nutrientes. Por eso llamamos a nuestras bebidas «cócteles de vitaminas y minerales». Y si cree que no necesita complementos, piénselo de nuevo.
La medicina holística afirma: «Incluso si sigue una dieta equilibrada basada en frutas y verduras frescas y enteras, cereales integrales y proteínas sin grasas, puede beneficiarse de los complementos de vitaminas y minerales, aunque no sean «necesarios» para vivir. Esto es así porque ni siquiera la mejor de las dietas basadas en productos naturales contiene una cantidad óptima de nutrientes, en particular de micro minerales».
Cada vez comemos más comida basura
Pero en los países industrializados, la mayoría de la gente sigue una dieta desequilibrada, compuesta básicamente de grandes cantidades de productos animales, como hamburguesas, pollo frito, filetes, pizza y charcutería.
También tenemos nuestros tentempiés favoritos, como bollería, galletas, chocolate, patatas fritas, aceitunas y helados. Tomamos cualquier cosa por la mañana, y en el mejor de los casos, tratamos de compensar nuestro apresurado desayuno comiendo al mediodía una sana ensalada. (Pero eso sí, aderezándola con un aliño pesado, rico en grasas.)
A nuestro cuerpo le resulta difícil digerir toda esta comida basura, el exceso de proteínas y las grasas. Por ejemplo, los colorantes y los productos químicos que se utilizan para dar sabor y conservar esos alimentos requieren una gran cantidad de vitaminas y minerales adicionales para que el cuerpo pueda metabolizarlos y desintoxicarlos.
La comida rápida es muy escasa en nutrientes, si es que tiene alguno. ¿Y dónde consigue el organismo los nutrientes necesarios para la desintoxicación? De los tejidos del cuerpo, y la mayor parte de esos tejidos tienen pocas reservas.
Los productos químicos que no se desintoxican quedan almacenados en el hígado, los huesos, la grasa y otros tejidos. Por otro lado, cuanta más comida basura se consuma, más posibilidades hay de carencia de algunos nutrientes.
¿Se ha preguntado alguna vez por qué tanta gente necesita comer dulces?
El cromo está directamente relacionado con el metabolismo de los azúcares. Cuanto más azúcar coma, más cromo necesitará, pero es probable que tenga menos de lo que su organismo precisa, ya que el cromo se encuentra sobre todo en las plantas.
Entonces aparecen los síntomas de una deficiencia de cromo. Uno de ellos es la compulsión de comer dulces, y de esta manera cuantos más dulces consuma, más necesitará, hasta que un día tenga una adicción al azúcar incontrolable, y quizá también una deficiencia de cromo alarmante.
También la digestión de grasas y proteínas requiere mucho trabajo.
Veamos qué pasa con las grasas. En el estómago, las enzimas se mezclan con la grasa para transformarla en elementos más pequeños junto con el agua y los ácidos. La bilis del hígado actúa para emulsionar la mezcla resultante en el intestino delgado.
Además, las enzimas fluyen desde el páncreas para emulsionar aún más la grasa. Por último, las moléculas más pequeñas de los ácidos grasas están listas para la absorción. El proceso de digestión de las proteínas es similar. Estos procesos llegan a durar muchas horas.
Sin embargo, se estima que los zumos de frutas y verduras frescas, ya separados de la fibra, pueden ser asimilados en veinte o treinta minutos, debido a que son fáciles de digerir y de absorber.
Zumos naturales como enfoque general de la salud
Pero lo que sí sabemos es que la terapia de zumos naturales ha permitido que se recuperaran de sus enfermedades miles de personas, muchas de las cuales no tenían ninguna esperanza de vida.
Cualquiera que sea su trastorno o enfermedad, le recomendamos que realice las modificaciones necesarias en la dieta para mejorar su salud. Consiga una licuadora, si todavía no la tiene, y utilícela todos los días.
Haga de los zumos una forma de vida. Y, sobre todo, no abandone. Recuperarse lleva algún tiempo. A no ser que efectúe los cambios necesarios, nunca sabrá lo bien que puede llegar a sentirse.
En la dieta típica de los países industrializados falta una gran pieza del puzle de nutrición. ¿No es ya hora de poner la pieza de las frutas y las verduras en el centro de la mesa, donde le corresponde? Que el resto de los alimentos sirvan de guarnición. Harán que el cuadro quede bien desde cualquier lado.
Pero, lo más importante, los zumos naturales pueden ayudarle a encontrar la energía que desea tener, la salud que nunca imaginó y la apariencia física que creía reservada a una minoría de afortunados.
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