Seguramente muchos han oído hablar del ginseng como medio para aliviar los efectos de una ingestión excesiva de alcohol, y es posible que más de uno haya experimentado en sí mismo esta acción. Y por supuesto tiene muchas más propiedades que puedes leer en el artículo titulado “9 Propiedades del Ginseng Rojo Coreano”
En general, las bebidas alcohólicas producen una sensación placentera y son, sin duda, una inmediata fuente de energía, aunque posteriormente aparezcan los efectos negativos que provocan trastornos diversos al organismo.
El alcohol se absorbe básicamente por el estómago, intestino delgado y colon y se distribuye uniformemente por el organismo mediante la sangre. La explicación de los efectos del alcohol sobre el organismo es la siguiente: las enzimas llamadas alcohol deshidrogenasa oxidan del 80 al 90 % del alcohol, transformándolo en acetaldehído, que es posteriormente descompuesto a dióxido de carbono y agua, por la acción del aldehído deshidrogenasa, siendo de esta forma expulsado a través de los riñones y de los pulmones.
En estas condiciones, la conocida «resaca» que frecuentemente se presenta con dolor de cabeza no es debida al alcohol en sí mismo, sino al efecto persistente de los productos mencionados de descomposición, tales como el acetaldehído y aminas en el cerebro: este órgano necesita un aporte elevado de sangre por lo que el alcohol llega rápidamente allí cuando se ha ingerido abundantemente, por lo que de momento produce un cierto bloqueo del sistema nervioso central. Con la subsiguiente dificultad para andar y razonar.
Asimismo, el alcohol dilata los vasos sanguíneos enrojeciendo la piel y dando sensación de calor, aunque en realidad disminuye la temperatura del cuerpo. También provoca pérdida del apetito y en algunos casos diarrea, mientras que, en otros por contra, produce estreñimiento.
No obstante, los efectos más perjudiciales del alcohol se manifiestan sobre el cerebro, al que dañan seriamente, con las secuelas de psiconeurosis, pérdida de capacidad de memoria, trastornos del sueño y esquizofrenia. Adicionalmente, el daño que causa al hígado se traduce en una interferencia en las funciones metabólicas llegando, en casos extremos, a la cirrosis.
El profesor C.N. Joo, de la Universidad de Yonsei observó que las saponinas del ginseng incrementaban la cantidad de diversos enzimas relacionados con el metabolismo del alcohol. Posteriormente, mediante el microscopio electrónico, demostró que el daño causado a las células del hígado de los animales de laboratorio a los que se administraba ginseng junto con alcohol durante 10 días, era inferior al que se provocaba a otro grupo de animales que sólo recibía alcohol.
El profesor K. Huh, de la Universidad de Youngnam descubrió que la administración de ginseng a los animales de laboratorio a los que se les había inducido un alcoholismo crónico, incrementaba su capacidad para descomponer el alcohol.
Asimismo, el profesor K.H. Koo del College of Medicine de la Universidad de Hanyallg reafirmó el efecto beneficioso del ginseng sobre el hígado, al comprobar que la administración exclusiva de alcohol al hígado daba lugar a problemas fisiológicos e histológicos, mientras que, si simultáneamente se administraba ginseng, el hígado no resultaba especialmente dañado.
En otra serie de investigaciones, el Dr. J.Y. Lee, del Research Institute of Korea Tobacco and Ginseng descubrió que el 90 % del alcohol se excreta como anhídrido carbónico a través del sistema respiratorio, mientras que tan solo el 10 es excretado por el sudor y la orina. En algunos test realizados con animales, observó que la cantidad de dióxido de carbono excretado por vía respiratoria se incrementaba al 40 y en test clínicos realizados sobre 10 voluntarios que trabajaban en el Instituto, el nivel de alcohol en la sangre bajaba significativamente cuando se administraba ginseng simultáneamente.
Todos estos trabajos indican que el ginseng facilita la eliminación del alcohol del organismo. El profesor M.R. Shin, de la Universidad de Corea, por su parte, con sus investigaciones confirmó que la administración del ginseng protege al hígado contra la acción dañina y la intoxicación que produce el alcohol, acortando asimismo el tiempo de recuperación tras una ingesta excesiva de alcohol.
Todo lo dicho confirma que el ginseng no sólo facilita el metabolismo del alcohol en el organismo, sino que además protege al hígado de los daños provocados por el consumo del alcohol. La mejor clase que puede tomar por su potencia y pureza es el ginseng rojo coreano.
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