El ginseng es una planta cuya raíz ha sido utilizada hace miles de años en la medicina tradicional china, principalmente en infusiones o tés. El té de ginseng concentra todas propiedades medicinales y curativas de esta planta y ayuda a una mejor absorción de las mismas.
En este artículo queremos hablarte un poco de la historia del uso del té de ginseng o infusión de ginseng, sus propiedades y beneficios y te explicaremos también como prepararlo para que lo aproveches al máximo.
Historia del té de ginseng
El mejor ginseng por calidad y potencia es el también denominado Ginseng rojo coreano y es que su origen lo asocian con este país del continente asiático. El uso de la raíz de la planta como infusión se hizo muy popular en la medicina tradicional oriental y la medicina tradicional china, quienes comenzaron a descubrir sus beneficios y luego los compartieron con el resto del mundo.
Se cree que la planta fue descubierta en las montañas de China hace mas de 5000 años y los primeros registros de su uso datan de los años 220 a 589 DC donde ya se hablaba de que daba energía y vitalidad y también aumentaba la lozanía de quienes lo consumían.
Fue llamado también Panax Ginseng, por la palabra Panacea con la que querían decir que era capaz de curar todo.
Propiedades y beneficios del té de ginseng
Entre las múltiples propiedades y beneficios que el consumo del té de ginseng aporta a la salud se pueden destacar los siguientes:
- Tónico energizante para recuperar las energías pérdidas durante jornadas de mucho trabajo o de ejercicio físico.
- Ayuda a mejorar los problemas de memoria
- Es recomendado como afrodisiaco para aumentar la libido y el deseo sexual en hombres y mujeres.
- Ayuda a mejorar los niveles de colesterol bueno en la sangre y reducir los de colesterol malo.
- También hay quienes lo recomiendan para adelgazar porque ayuda a liberar toxinas del organismo y tiene efecto diurético.
Como se prepara el té de ginseng
La preparación de este te es muy sencilla y no dista mucho de lo que debe ser la preparación normal de cualquier infusión. Se puede preparar una gran cantidad y embotellarla para su conservación.
Para hacerlo simplemente debes dejar hervir agua por unos minutos y luego colocar una raíz completa, lo tapas y lo dejas reposar por varios minutos. Puedes endulzar con miel o con estevia, según prefieras.
Hay quienes realizan preparaciones más místicas que incluyen los ciclos de la luna y el reposo del frasco y otra serie de cosas, pero la realidad es que no es necesario, con que realices una infusión tradicional será suficiente.
Pero si no quieres molestarte en preparar el té de ginseng, o no encuentras la raíz entera (ya que es muy difícil de encontrar), pero quieres aprovecharte de todos sus beneficios, puedes comprar el mejor Ginseng rojo coreano como suplemento clicando AQUÍ
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