La respuesta es un rotundo sí. Y en esta web vamos a ir descubriendo algunos de los secretos para lograrlo.
Estamos inmersos en un mundo saturado de información, desinformación y opiniones, nuevos productos cada segundo, y es curiosa la poca importancia que se da al cuidado del cuerpo y de la mente. El dicho “somos lo que comemos”, tiene una gran parte de verdad, y en los tiempos actuales esto juega en nuestra contra.
La esperanza de vida, ha aumentado mucho en este último siglo, pero es debido mayormente a la disminución de la mortalidad infantil. Cuando se dice que en la época de los Romanos la esperanza de vida era de unos 25 años, no quiere decir que la mayor parte de la gente eran esos los años que vivían, sino que la mortalidad infantil era muy alta, y si alguien vive “0” años y otro 50 años, la media de los dos es de 25 años. De hecho la esperanza de vida una vez sobrepasados los 10 años aumentaba hasta los 50 años.
Ósea que sí que había ancianos en tiempos antiguos, y de hecho hay indicaciones que señalan que su vida era más activa a edades adultas, y teniendo en cuenta lo primaria que era la atención médica y en el entorno en el que se vivía en aquel entonces, parece un milagro que esto ocurriese.
Pero no hace falta ir tan atrás para ver factores de longevidad, ¿sabías que hay regiones de la tierra en los que no es raro que haya ancianos que vivan más de 100 años, y encima llevando una vida activa?
¿Qué es lo que los diferencia?, pues principalmente tres factores, la comida, el estilo de vida y la contaminación. No solo es que comamos peor, sino que también los alimentos que tomamos son de una calidad mucho más baja (tanto de nutrientes como de contaminantes), y por otro lado llevamos un estilo de vida mucho más sedentario y estresante.
Los nutrientes que nos proporcionan los alimentos actualmente, en muchos de los casos, son muy inferiores a los de hace solo 50 años, lo que casi hace imprescindible el consumo de suplementos.
Por un lado la medicina avanza en mantenernos con vida (aunque sea a costa de cronificar enfermedades, y tener menos calidad de vida), pero por otro lado la acortamos y maleamos con nuestros forma de vivir y alimentarnos, como por la exposición continua a contaminantes, que producen entre otros efectos el acortamiento de nuestros telómeros, que como veremos más adelante tiene una correspondencia clara con nuestra longevidad.
¿Qué podemos hacer para vivir más y mejor? , pues en esta web le iré exponiendo, productos que puede usar, alimentos que tomar y otros que evitar , así como estilos de vida, que poco a poco, no solo nos darán energía, más salud y vitalidad, sino que nos ayudaran a parar nuestro reloj biológico (llegando incluso alargar nuestros telómeros) y vivir mucho más plenamente.