La espirulina es un alga con forma espiral, que es de donde viene su nombre, se cree que su origen es africano, sin embargo se conoce de su uso medicinal en el pueblo azteca en México ya a mediados del siglo XVI.
Esta alga es también muy consumida como suplemento alimenticio por su alto contenido proteico de alta calidad y se puede encontrar principalmente en dos presentaciones, en pastillas y en polvo, siendo su dosis recomendada de unos 4 gramos diarios.
Se recomienda no superar los 12 gramos diarios porque podría acelerar en exceso el metabolismo y traer consecuencias como diarrea o algún otro tipo de alteración estomacal o metabólica. Si quieres conocer más propiedades del alga espirulina consulta este artículo
Como consumir la espirulina en polvo
En general se recomienda el consumo de la espirulina después de la comida, en el caso de la espirulina en polvo se puede agregar una cucharada al vaso de zumo o de agua y tomarlo normalmente. Sin embargo se debe cuidar que cada cucharada contenga un máximo 3 gramos, si es que se va a tomar el zumo 3 veces al día.
2 nutritivas recetas que puedes preparar con espirulina en polvo
Batido verde:
Para preparar el batido verde que será una gran fuente de energía muy recomendada para comenzar el día, se necesitan los siguientes ingredientes:
- Una cucharada grande de espirulina en polvo
- Una porción de espinacas sin cocción
- Dos frutas diferentes en trozos que pueden ser manzana, banana, pera, fresa, kiwi o alguna otra de tu preferencia.
- Avellanas y almendras trituradas
- Algunas frutas secas como dátiles, higos, coco o similar
- Un vaso de algún líquido que puede ser jugo de naranja, limón o algún otro cítrico y si no un vaso de agua.
- El endulzante que preferiblemente sea natural como la estevia o la miel al gusto.
- Una cucharada de aceite de lino o sésamo.
Todo se licúa hasta que sea una mezcla homogénea y se puede consumir en el desayuno o en reemplazo de cualquier otro alimento.
Tortilla verde sin huevo:
En este caso, en lugar de usar huevo se usa harina de maíz y de garbanzo en iguales cantidades, se baten y se mezclan con agua hasta lograr una textura similar a la del huevo.
A esta mezcla se le añade una cucharada de espirulina en polvo y se mezcla bien hasta que tenga una consistencia cremosa luego se coloca en la sartén a freír al igual que la tortilla de huevo.
Se puede consumir en el desayuno y será también una gran fuente de proteínas, pese a no tener huevo.